¿Le parece a usted demasiado difícil algo que le ha dicho Dios que haga? Puede
tener la seguridad de que si le llamó a hacer su voluntad, Él será fiel para
ayudarlo a lograrlo por medio del Espíritu Santo que vive y actúa en usted. Así
que, si le dice: "No puedo hacer eso, Señor", lo que está diciendo,
en realidad, es: "Dios no cumple su palabra". De manera que, todas
nuestras expectativas deben estar puestas en Él, no en nuestras fuerzas o
capacidades.
Cuando
usted duda de la fidelidad de Dios, esa incredulidad se convierte en una grieta
en su armadura espiritual, y puede tener la seguridad de que es allí donde
Satanás le atacará. Comenzará a dudar del carácter de Dios —de su bondad, por
ejemplo—, y esa desconfianza se convertirá en una pesada carga que arrastrará
innecesariamente a cada aspecto de su vida.
Podrá
sentir que no tiene suficiente fe para obedecer, pero Dios no le está pidiendo
que tenga fe cuando las circunstancias sean favorables, sino que tenga
confianza en que Él es quien dice ser.
¿Cree
que Dios es un mentiroso? Es así de sencillo: O Dios es fiel o no lo es. Pero
si cree que la fidelidad es parte del carácter de Él, entonces podrá hacer
cualquier cosa que el Señor exija. Se verá fortalecido por su dependencia de
Él, ya sea que venga un diluvio de pruebas o una inundación de bendiciones.
Cuando
la vida se le vuelva dura y difícil, la dulzura de la fidelidad de Dios se hará
verdaderamente real en su corazón. Al caminar a través de estas tormentas con
absoluta confianza en el poder de Dios, su confianza en el carácter del Señor
se vuelve parte de lo que usted es, y le fortalece interiormente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario